Hombres del Harén 704
Cásate con otra mujer
Tasir no contestó enseguida. Miró a Latil de un lado a otro.
«Tú hiciste esto, ¿verdad?»
volvió a preguntar Latil.
«¿Qué te parece?»
En lugar de responder, Tasir le dirigió una mirada sutil.
«¿Como qué?»
«Que Duquesa Daga estaba malherida»
«No tenía ni idea»
Latil respondió sin mucho interés, pero luego se sintió extrañada. ¿Será que está preocupándose por los métodos agresivos que se está utilizando?
«Tasir. Eres el jefe del Bosque Negro, ¿verdad?»
Las comisuras de los labios de Tasir se torcieron un poco más ante la pregunta de Latil.
«Su Majestad no es ajena a los medios violentos, pero no le gusta ver a los débiles atrapados en el medio»
«Si se utiliza medios más violentos...... ¿Qué puedo decir?»
Latil se interrumpió y miró a Tasir. ¿Estaba bien sacar a colación una historia triste?
«Por supuesto»
Tasir respondió con voz alegre y se dio una palmada en el muslo.
«De todos modos, con esto, podremos controlar al menos un factor inesperado. Si la hermana de Emperatriz Aini recibe ayuda de Su Majestad, incluso si Emperatriz Aini intenta convencerla más tarde, no será tan fácil de influenciar»
Latil asintió. La hermana de Aini sabía que su hermana había matado a su padre. Si Latil podía salvar la vida de su madre, ella no se pondría de su lado, aunque Aini la convenciera.
«Aunque lo haga, no será un león, así que está bien. No quiero pelear con ella»
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Esa noche. Latil convocó a Jaisin y Kallain para contarles lo sucedido y les dio instrucciones.
«Jaisin. Quiero que vayas al Ducado de Daga y cures a la Ex Duquesa. Y Kallain, quiero que viajes conmigo, por si esto es una trampa»
«¡Es bueno que viajemos juntos!»
Jaisin sonrió ante la sugerencia de Latil.
«......Sí»
Kallain tardó mucho en contestar, pero aceptó a regañadientes.
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Kallain y Jaisin podrían haber viajado fácilmente a la capital de Carissen de muchas maneras.
Pero una persona estaba esperando aquí para llevarse a Jaisin, así que Jaisin y Kallain se vieron obligados a viajar en carruaje.
«Cuando vuelvan, inventa una excusa y vengan juntos»
instó Latil, frotando con ambas manos la boca rígida de Kallain para aflojarla.
«De ninguna manera iré en un carruaje cara a cara con el Sumo Sacerdote, a menos que sean órdenes de mi Ama»
Kallain murmuró en voz baja y entrecerró los ojos mirando a Jaisin.
«¡Eso me gusta!»
Jaisin sonrió de oreja a oreja.
«Cuídate»
Latil observó el carruaje que transportaba a Kallain y Jaisin hasta que se escabulló por las puertas.
Después, se dedicó a sus asuntos y llegó la hora de cenar. Latil buscó de nuevo a Tasir.
«Tasir. He enviado a Jaisin y a Kallain»
Tasir miraba una tabla de números.
«Te has decidido rápido»
Tasir dejó la pluma y apretó las comisuras de los ojos.
«Ahora por qué no me lo dices, sigues diciéndome cuáles son las variables, pero no cuál es tu plan»
Latil se colocó detrás de la silla de Tasir y le presionó la sien y la frente con una mano firme.
«Oh, ¿esto es el famoso 'romper el cráneo de Lord'?"»
«¿Duele?»
«¿Acaso dolería si el cráneo se rompiera?»
«Seguramente»
«Ésta es mi situación»
Latil retiró rápidamente la mano. Tasir sacudió la cabeza como un perro se sacude un abrigo mojado.
Latil estaba avergonzada, así que agarró la silla de Tasir y lo arrastró hasta el sofá. Cuando colocó la silla frente al sofá y se sentó frente a él, Tasir enarcó una ceja.
«Ahora cuéntame»
«Su Majestad va mejorando en el uso de sus poderes a medida que pasan los días»
«¿Sigues eludiendo el tema?»
Latil levantó la mesa con las puntas de los pies y luego la volvió a colocar.
Tasir miró la mesa que se movía, frotándose el brazo mientras sonreía de manera ambigua.
«En realidad, Su Majestad. Es cierto»
«Lo sospechaba, llevas hablando de variables desde la primera vez que me lo contaste»
Tasir sonrió, pero sólo insonoramente.
Latil retiró los pies de la mesa y se inclinó hacia delante, apoyando la barbilla en la mesa. La cara de Tasir estaba más cerca que antes.
'Eres guapo, incluso con las ojeras'
«Empieza a hablar, si me lo dices, podré prepararme y estar lista»
«Mmm»
«¿Es peligroso? ¿Por eso? ¿O es que no tienes confianza?»
«Mmm. Para ser sincero .......»
«?»
«No creo que a Su Majestad le gustara mucho»
Tasir se encorvó al unísono, girando hacia Latil y sacudiendo la barbilla.
«No veo qué es lo que no me gustaría»
«Seguro que lo odiarás»
Latil hizo ademán de morderse el labio inferior y luego se rió.
«No te odio, a menos que quieras resucitar a Anyadomis o algo así»
«Tiene usted el listón muy alto, Majestad, pero no tanto»
«Entonces de acuerdo»
Latil volvió a morderse el labio inferior y luego sonrió.
«Cuéntame»
«Se trata de perdonar a Su Alteza Real Lean. Exactamente, solo a nivel externo. No es necesario que lo perdone de corazón»
Latil desenrolló los brazos y estiró la espalda.
«¿He oído algo mal?»
Tasir suspiró pesadamente mientras permanecía en esa posición sin soltar el brazo.
«Mira, no te gusta»
Entonces no cree que lo odie. No, ya le advertí que lo haría. Latil parecía más impresionada.
«Déjame pensarlo»
Levantándose, Latil arrastró la silla de Tasir hasta su escritorio.
«¿Ni siquiera quieres oír por qué?»
preguntó Latil mientras se dirigía a la puerta, Tasir le seguía de cerca.
«No quiero oírlo. Vas a convencerme y yo voy a escucharte»
«En realidad, Su Majestad»
«No estoy escuchando»
«He estado sospechando que Príncipe Lean y Emperatriz Aini han estado en contacto»
Latil golpeó la puerta con la frente y miró de nuevo a Tasir.
Tasir se deslizó hacia un lado, evitando la mirada de Latil.
«Pero no pude atrapar la pista tan fácilmente como pensaba. Por eso no lo mencioné. Pero ahora que Emperatriz Aini ha desaparecido, intentan usar a Príncipe Leán como cebo»
Latil se quedó de espaldas a la puerta.
Tasir dejó de moverse y se colocó frente a ella.
«¿No se romperá esa caña de pescar?»
«Podría ser. Al principio, las huellas de Príncipe Lean eran claras, pero con el tiempo ha aprendido a ocultarlas bien»
«¿Y aún así quieres perdonar a Lean?»
Latil intentó no alzar demasiado la voz. Tasir estaba haciendo todo lo posible por mantener la cabeza en el juego en estos momentos. No debía enfadarse con él.
«No es que no me preocupe solo porque encierren a Príncipe Lean en la mansión»
«No necesitas un cuchillo para rascarte un picor»
«Tal vez sea una uña»
«Es un cuchillo»
Latil abrió la puerta.
En un rincón del salón, Hierlan estaba en cuclillas con las manos sobre las orejas.
«Puedes quitar las manos de las orejas, Hierlan»
Bajó la mano en cuanto Latil habló, por lo que la insonorización no parecía funcionar.
Latil continuó por el pasillo.
«¿No sería mejor tenerlo cerca y ponerlo a prueba, en lugar de vigilarlo por si vuelve a traicionarnos?»
preguntó Tasir mientras la seguía, caminando a su lado. A medida que Latil caminaba más rápido, él también lo hacía.
Cuando se detuvieron, Latil permaneció en silencio hasta que pasó un sirviente. Cuando el criado se perdió de vista, Latil preguntó en un tono esforzadamente tranquilo.
«Ese plan ¿Es 100% seguro? ¿No hay ninguna posibilidad de que, al liberar a Lean para probarlo, terminemos siendo nosotros los que salgamos perjudicados? Si es así, lo haré»
«Bueno...... esa es la cuestión»
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«......Ha»
«.......»
«¿......Ha?»
Latil bajó el brazo y giró la cabeza.
«¿Sir Sonnaught?»
Sonnaught, que ya debería haberse desplazado e ido a casa, se puso de repente a su lado.
«¿No volviste?»
«Fui y volví, los asuntos de Su Majestad me preocupaban»
Todos los demás se habían ido a casa, así que Latil era la única en el despacho. Incluso las luces se habían apagado, dejando sólo un círculo de luz alrededor del escritorio de Latil. Sonnaught estaba a medio camino entre esa luz y la oscuridad.
'¿Qué está pasando?'
empezó a decir Latil, luego volteó para mirar a Sonnaught.
«Yo me encargaré, así que ve»
«Cuando las cosas son difíciles, es mejor unir fuerzas»
«Es mejor unir mi cabeza con la de mis hombres»
«Si preguntas a cien personas, todas dirían que soy hombre de Su Majestad»
Latil soltó una carcajada estridente.
«¿Hombre de Su Majestad? Después de comportarte de manera tan dulce, de bailar y todo, ¿acaso alguien que no quiere estar a mi lado es de los míos?»
«No dije que no quisiera estar a tu lado»
«Ah, es lo mismo»
«No, una cosa es una cosa, y otra cosa es otra. Son palabras completamente diferentes»
«De todos modos, estás diciendo que no quieres estar a mi lado»
«.......»
Latil controló su creciente frustración. No quería que Sonnaught supiera lo sorprendida y avergonzada que estaba al oír su respuesta, lo...... avergonzada que estaba, pero no quería demostrarlo de todos modos.
«¿Estás enojada?»
«¿Enojada, me preguntas? No, esa es la pregunta que yo quiero hacerte»
«No, no estoy enojado»
«¿De verdad no estás enojado? Pero, ¿cómo... cómo... pudiste decir eso en ese momento?»
La comisura de sus labios se levantó.
«¿Estabas enojado?»
Latil quería escribir 'cabrón' en su bonita frente.
«Entonces, en medio de todo eso ¿Te sentías bien?»
«Si Su Majestad está enojada, le pido disculpas. Pero no tenía la intención de decir que no quería estar a su lado. Solo quería decir que no quiero convertirme en Consorte de Su Majestad»
«¿Por qué?»
«Simplemente porque sí»
Su expresión amenazaba con contorsionarse, así que Latil tensó cada músculo de su cara. Latil giró su silla en dirección opuesta a donde estaba Sonnaught. De lo contrario, le daría un pisotón.
Así las cosas, Latil le habló de la propuesta de Tasir. Al fin y al cabo, era el caballero de Latil, estaban en el mismo bando.
«.....…Entonces, según Tasir, perdonar a Lean tiene una probabilidad de éxito del 58%»
«Una cifra realmente concreta y vaga a la vez. ¿Por qué el 58%?»
«No lo sé. De todos modos, no quiero liberar a Lean a menos que sea un 100%»
«¿Y si muestra Su Majestad su generosidad?»
«Puedo bajarlo al 99%.»
«¿Y si muestra Su Majestad su benevolencia?»
«98%.»
«¿Y si muestra Su Majestad su compasión?»
«97%»
Tras unas cuantas preguntas más, Sonnaught enterró la cabeza en la pared y se echó a reír.
«¿De qué te ríes? ¿Crees que soy tan generoso, benevolente y compasivo como un grano de arroz?»
«Un grano de arroz, Majestad. Estoy seguro de que eres más grande que eso»
«!»
¡Este hombre! ¡Estoy tan enojada y él sigue actuando como si estuviera bailando para hacerme aún más enfurecer!
Latil abrió la boca, luego cerró los labios y se levantó, saliendo de la oficina.
Sonnaught le siguió de cerca. La siguió, incluso cuando Latil le hizo señas con la mano para que no viniera.
Después, siguió caminando como si no se hubiera fijado en Latil. Pero cuando la siguió escaleras arriba hasta su dormitorio, ella se dio la vuelta cuando nadie miraba y le preguntó.
«¿Cuál es el porcentaje de tus sentimientos hacia mí, Sir Sonnaught?»
Sonnaught, que le seguía, se detuvo en seco y le dirigió una mirada de disculpa.
Desde luego, a Latil se lo pareció.
'¿Qué pasa? ¿No quiere responder?'
«Es ......58 %»
Ni siquiera das una respuesta apropiada. Latil lo miró furioso. Sonnaught, que después de haber confirmado su amor, actuaba de esa manera, le parecía cruel.
Ni siquiera debería haberle mostrado la túnica ceremonial. No, tal vez debería haberme negado a seguirlo cuando de repente me dijo que me lo iba a mostrar a medianoche.
«Si no vas a ser mi hombre, entonces mejor cásate con otra mujer y olvídalo»
Furiosa, Latil jugó la carta del comodín, esperando que Sonnaught se negara.
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Un Cafesito ;
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