WANGUSHENDI 3396

Dios Emperador 3396

Bajo el Árbol Divino

Todo el Palacio Divino de la Espada se llenó de truenos y relámpagos, la luz era cegadora.

No eran rayos ordinarios, eran rayos divinos Taiji, cada uno de los cuales no era algo que una deidad ordinaria pudiera resistir.

Podría decirse que si los Dioses Verdaderos no formaban una formación y combinaban sus ataques con la ayuda de armas divinas, aunque les superaran en número, no podrían ser rival para una existencia del nivel de Antepasado del Trueno.

En dirección a la Ciudad de Barro Sangriento, los truenos y relámpagos resplandecieron aún con más intensidad, y se declaró una tormenta de energía espiritual mientras las dos fuerzas se enfrentaban ferozmente.

Capa tras capa, las olas de destrucción golpearon la imagen del mundo inundado formada por el Caldero Tierra, deformando el contorno del mundo.

Zhang Ruochen se situó en el centro de la sombra del diagrama del mundo como una aguja divina en el mar.

En un espacio tan pequeño como el Palacio Divino de la Espada, enfrentándose a las secuelas del encuentro a nivel Antepasado, Zhang RuoChen sólo podía proteger con su nivel de cultivo a los cultivadores que se encontraban en un radio de 18 pies.

Tanto Bai Qing'er como Chi Yao estaban extremadamente heridas, con la conciencia espiritual de uno cayendo en un profundo sueño y el cuerpo físico y el alma divina del otro casi colapsando.

Zhang Ruochen utilizó el Árbol Bodhi para proteger a Bai Qing'er y nutrir su espíritu.

Las heridas de Chi Yao se estaban curando solas.

Había heredado parte de la Sangre y la Tierra del Cang Blanco de Zhang Ruochen, y su cuerpo carnal se estaba coagulando a un ritmo extremadamente rápido.

No muy lejos, Tigre Blanco Entierro de Oro había curado todas sus heridas. Era un ser divino de nivel Rey Divino, podía recuperarse de heridas ordinarias en cuestión de instantes.

Diosa Celestial Xiu Chen dijo:

"Impresionante, digno del Antiguo Loto Divino de Reflexión del Inframundo, ya tiene la fuerza para llamarse a sí misma con el Antepasado de un clan, esto es definitivamente una gigante en el universo, una figura que tanto Hao Tian como Emperador Feng Du tienen que tomar en serio. Honestamente hablando, Zhang Ruochen, sus habilidades en ciertas áreas son superiores a tu talento de cultivo"

Antes, Diosa Celestial Xiu Chen tuvo la oportunidad de escapar, pero finalmente se retiró.

Se refería a Zhang Ruochen, pero éste no se molestó en prestarle atención, mirando siempre en dirección a Ciudad de Barro Sangriento, donde la agitación era inestable y el cielo estaba lleno de flores divinas que florecían en la bóveda celeste, como cien reinos de flores.

En el suelo, un pilar de truenos y relámpagos se precipitó hacia arriba y agujereó el espacio sobre el Palacio Divino de la Espada.

Aunque las defensas del Palacio Divino de la Espada fueran fuertes, difícilmente podrían resistir este nivel de impacto.

Diosa Celestial Xiu Chen vio algo y dijo:

"No te preocupes, su fuerza espiritual está en el Nivel 88. En cuanto a Antepasado del Rayo, fue cortado por la mitad por Feng Caiyi, ahora su cultivo está muy dañado, por lo que no será su rival"

Zhang Ruochen no era tan optimista como ella y tenía muy clara la situación de Ji Fanxin.

La fuerza espiritual de Ji Fanxin acababa de alcanzar el Nivel 85 y aún no se había consolidado. Ahora que había vuelto a desprecintar tres sellos seguidos, parecía que su fuerza había aumentado mucho, pero en realidad, había enormes peligros.

No ser capaz de controlar el propio poder es a menudo más peligroso que encontrarse con un enemigo poderoso.

Matar a ochocientos enemigos es una pérdida autoinfligida de mil.

Además, aunque Ji Fanxin tuviera el poder espiritual del Nivel 88, todavía estaba demasiado atrasada en el uso del mismo, estaba destinada a estar en desventaja en comparación con Antepasado del Rayo, que dominaba varias habilidades divinas.

Diosa Celestial Xiu Chen notó que algo andaba mal con la situación en Ciudad de Barro Sangriento, ¡no sólo no se estaba suprimiendo el Relámpago Divino Taiji, sino que era cada vez más fuerte!

Inmediatamente dijo:

''Aunque ahora tenemos el poder de batalla inicial para ser Rey Divino y llamarnos a nosotros mismos Rey, pero, comparado con una persona fuerte como Antepasado del Clan que se encuentra en la cima del universo, todavía hay una enorme brecha. ¿Qué tal si nos retiramos primero? Quedarse aquí puede convertirse en una especie de retención para ella"

Bai Qing'er se despertó, su rostro era de un blanco enfermizo, dijo débilmente:

"Usando el bastón divino, puedes compensar la desventaja de la falta de base de poder espiritual. Ve a buscar el Bastón Divino Montaña Verde, ¡es más fuerte que el Bastón Divino Agua Negra! El agua, es contenida por el trueno y el relámpago. La montaña, sin embargo, puede bloquear truenos y relámpagos"

Zhang Ruochen ordenó a Tigre Blanco Entierro de Oro:

"Cógelas y salgan de aquí a toda prisa. ¡Miao Li, ven conmigo!"

Zhang Ruochen cogió a Bai Qing'er con él, se subió al reloj de sol y voló hacia el Árbol Divino del Origen de Espada que había debajo.

    ¡Boom!

Una grieta de miles de kilómetros apareció en la tierra del Palacio Divino de la Espada, extendiéndose desde Ciudad de Barro Sangriento hacia el este y el oeste.

¡Era demasiado fuerte!

Este Palacio Divino dejada por el Ancestro parecía estar a punto de hacerse añicos.

Dos huellas de rayos surgieron de las nubes púrpura y negras y volaron hacia Zhang Ruochen.

El hecho de que Antepasado del Rayo aún pudiera dividir su poder mientras luchaba con Ji Fanxin hizo que el corazón de Zhang Ruochen se hundiera. El Caldero Tierra y la Aguja de Pivote Celestial golpearon, uniendo sus manos con Diosa Celestial Xiu Chen para impulsarlos.

    ¡Boom!

    ¡Boom!

Los dos sellos de mano del rayo fueron destrozados por el arma divina.

Con el nivel de cultivo actual de Zhang Ruochen y Xiu Chen, ni siquiera una figura de nivel Antepasado sería capaz de derribarlos a voluntad, tendrían algún poder para defenderse.

Seis gloriosas y deslumbrantes luces divinas rasgaron la cortina negra y salieron volando del Pozo Negro del Alma de Espada.

"Ruochen, llévate el cadáver del Gran Anciano y apresúrate a irte"

Antepasado Tai Qing y Antepasado Yu Qing pisaron cada uno un largo río de qi de espada, aprovechando seis espadas divinas y corriendo hacia Ciudad de Barro Sangriento. Llevaban muchos años juntos y sus corazones simpatizaban, por lo que podían realizar una formación de espada combinada y multiplicar su poder de batalla.

Fue por esta razón que se atrevieron a participar en el encuentro entre Antepasado del Rayo y Ji Fanxin.

****

La fuerza de Antepasado del Rayo y Ji Fanxin era tan fuerte que el poder divino atravesó el Palacio Divino de la Espada y se extendió por el oscuro espacio exterior.

Toda la Puerta Estelar Noche Oscura, un territorio de miles de millones de kilómetros, estaba en constante agitación, aparentemente a punto de explotar.

Escalera Divina Duan Tian y Hombre de Barro Sangriento ya habían desaparecido.

El Pozo Negro del Alma de Espada, incluidos Qiang Shaq y Xiang Fa Tian, se habían retirado todos hacia la densa niebla negra.

En lo más profundo de la niebla negra, se oyó un sonido extraño y se vio débilmente una luz de sangre.

Esto inquietó a Zhang Ruochen, un Antepasado del Rayo malherido ya les había hecho luchar por todo. Si surgieran seres más aterradores, hoy, ¿cómo deberían enfrentarse?

El resplandor del Árbol Divino del Origen de la Espada ya era muy tenue.

La lluvia de luz desapareció.

En el aire, sólo quedaba un grano de luz.

Zhang Ruochen finalmente vio la verdadera forma del Árbol Divino del Origen de Espada.

No era en absoluto un árbol, sino una montaña de piedra, alta y magnífica, sólo que muy parecida a un árbol en su forma. Los surcos de la corteza, los ángulos de las ramas, los bordes de las hojas, todo estaba muy afilado.

La montaña rocosa, como hecha por el hombre, tenía las marcas dejadas por el tallado de la hoja de una espada.

Bajo el árbol, un anciano de barba blanca, delgado como la madera, miraba hacia el Árbol Divino del Origen de Espada sentado en una roca, sosteniendo un Bastón Divino como un pilar de piedra y vistiendo un amplio sayal.

Era como si poseyera la vida, como si acabara de sentarse.

Era una sentada muy casual, pero contenía infinidad, cuando llegó a treinta metros de él, el espacio se volvió tan extraño que Zhang Ruochen fue incapaz de acercarse a pesar de la extrema velocidad que estaba ejerciendo.

Zhang Ruochen se detuvo, observando con el Ojo Divino de la Verdad y deduciendo con el Dao Divino Wuji.

Si el Gran Anciano siguiera vivo, sin duda tendría infinitas maravillas.

Sin embargo, él ya había fallecido hace 100.000 años, así que ¿cómo podría enfrentarse a Zhang Ruochen?

En un momento, Zhang Ruochen encontró la forma de acercarse, sujetando el Caldero Tierra y la Estela Anti Dios, listo para abrirse paso a la fuerza.

"¡No, lo intentaré!"

Bai Qing'er se cortó la muñeca y derramó sangre por el suelo.

Mientras tanto el Pozo Negro del Alma de Espada como la Ciudad de Barro Sangriento experimentaban sucesos que podían afectar al paisaje del mundo, el tiempo pasaba, Zhang Ruochen, Bai Qing'er y Diosa Celestial Xiu Chen se sentían atormentados, sintiendo que el tiempo pasaba demasiado despacio.

La sangre se derramó por el suelo en grandes cantidades, pero nada cambió.

Bai Qing'er estaba débilmente sombría.

Ella había pensado que figuras como Qiang Shaq y Xiang Fa Tian, que habían fallecido hacía muchos años, tenían remanentes de sus almas supervivientes. El Gran Anciano sólo había fallecido hacía cien mil años, la sustancia divina de su cuerpo aún no se había extinguido, por lo que no necesariamente debía estar ya muerto, utilizando su propia sangre podría ser capaz de despertar los remanentes de la sabiduría espiritual del anciano.

Porque, ella era la descendiente directa del Gran Anciano.

"No esperes, atraviesa el campo espiritual que dejó atrás"

Diosa Celestial Xiu Chen tomó la delantera y lanzó una ráfaga de luz blanca como el jade.

Esta ráfaga de luz, que voló en sólo tres metros, se disolvió en la nada por el campo de fuerza espiritual.

Diosa Celestial Xiu Chen pensó que tenía una cierta comprensión del cultivo del Gran Anciano del Clan Anti Dios, pero, después de este golpe, se quedó en silencio.

Después de mucho tiempo, dijo:

"No es de extrañar que haya podido viajar por todo el mundo y establecer el Mundo Celestial, este dios siempre había pensado que había tomado prestado el poder residual del Venerable Celestial Anti Dios. Ahora parece ser un gran error. Su cultivo en vida no era en absoluto inferior al de Xu Feng Xing, siendo ambos figuras extremas del cultivo Espiritual y Marcial"

Mientras suspiraba, Zhang Ruochen abrió el camino con la Estela Anti Dios y el Caldero Tierra, atravesando el campo espiritual y llevando a Bai Qing'er con él, llegando junto al Gran Anciano del Clan Anti Dios.

Al Gran Anciano, Zhang Ruochen le tenía un sincero respeto.

Había viajado a todas partes por el bien de los diez mil reinos del Mundo Celestial.

Tras establecer el Mundo Celestial, pudo elegir a una persona virtuosa como su respetado.

Incluso cuando su vida estaba a punto de agotarse, seguía corriendo por el Clan Anti Dios, buscando la última oportunidad de vida para un clan de seres vivos. Al final, ¡murió en un lugar silencioso que nadie conocía!

Toda una vida de gloria y vergüenza, todo borrado por los dioses del Cielo y del Infierno, todos los volúmenes sobre los Anti Dioses fueron destruidos.

El mundo es un lugar de injusticia, donde no hay recompensa por lo que has hecho, sino que has traído el desastre a tu propia raza.

Sin embargo, ¡había innumerables dioses que le admiraban!

Zhang Ruochen se inclinó respetuosamente ante el Gran Anciano, luego, palpando su palma, agarró el Bastón Divino Montaña Verde. Las yemas de sus cinco dedos estallaron con poderoso qi divino, luchando contra la última barrera de poder espiritual.

La distancia de un pie era más difícil de romper que un hierro divino de un pie de grosor.

Aparecieron marcas de sangre en los dedos de Zhang Ruochen y su piel se agrietó cuando por fin agarró el Bastón Divino Montaña Verde. Pero el bastón divino estaba tan fijo como si estuviera allí, por mucho que empujara, no se movía en absoluto.

Zhang Ruochen retiró la palma de la mano y miró al Bastón Divino Montaña Verde y al Gran Anciano con expresión incrédula.

"¡Hmm!"

Zhang Ruochen sintió algo y siguió la línea de visión del Gran Anciano, mirando hacia el tronco del Árbol Divino del Origen de la Espada.

El tronco, muy grueso, parecía un muro de piedra cuando se tenía cerca.

En la pared de piedra había una talla con forma humana, cada una de ellas sosteniendo una espada y con un aura extraordinaria.

Al mirarlo más de cerca, todo el tronco estaba cubierto de tallas, de abajo a arriba, con diferentes formas, algunas bailando con espadas, otras haciendo trucos con espadas y otras envainando sus espadas.

Donde se fijó la mirada del Gran Anciano había un disco circular de piedra en el tronco del árbol.

El disco de piedra estaba rodeado de innumerables dibujos secretos y debía estar engarzado en el tronco del árbol, con un hueco en forma de espada en el centro.

Zhang Ruochen sacó inmediatamente el sello de la espada y lo apretó entre sus dos dedos, apareciendo una mirada de sorpresa en sus ojos. Con una curiosidad infinita en el corazón, se dirigió rápidamente hacia el tronco del árbol.

Al mismo tiempo, una espesa nube negra en el Pozo Negro del Alma de Espada se extendió en dirección al Árbol Divino Origen Espada.

Un aura helada cayó primero sobre Zhang Ruochen y Bai Qing'er.

En la nube negra, decenas de cadenas salieron volando, haciendo un "ruido metálico" mientras caían hacia ellos. Quien asestó este golpe fue el alma remanente de Qiang Shaq, uno de los Cuatro Pilares de la Supremacía.

 Era uno con las nubes negras, con un cuerno de oveja y un aura demoníaca abrumadora.

    ¡Swishh!

Cuando el sello de la espada fue colocado en el hueco, el Árbol Divino del Origen de Espada, que se había oscurecido, de repente, volvió a florecer con una luz brillante y resplandeciente, bloqueando las cadenas voladoras y fijándolas en el espacio.

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